Hay un resultado de los efectos de COVID-19 que está pasando desapercibido y que se está haciendo muy visible: el aumento de los residuos de equipos de protección individual (EPI).
Mascarillas, guantes, batas, protectores faciales, gafas, frascos de desinfectante de manos y toallitas, además de todos los envases y residuos de fabricación asociados a estos artículos esenciales, aparecen en nuestros paisajes y océanos, contaminando el material de reciclaje en las instalaciones, y tirados por calles y suburbios.
La alarma saltó ya en febrero, pero el aumento exponencial del uso de EPI en todo el mundo es ahora un problema aún mayor. Naturalmente, los hospitales han experimentado un aumento significativo en el uso de EPI, pero el verdadero problema es el aumento sin precedentes del uso individual. Además, mientras que los hospitales cuentan con procedimientos para gestionar los residuos de EPI, el público en general no, y la mayor parte de ellos acabará en vertederos o incineradoras.
¿Por qué es tan importante el EPI?
Los EPI son, por su diseño, de un solo uso. Tanto si se trata de un par de guantes de látex desechables utilizados en entornos sanitarios como de una mascarilla quirúrgica de uso público, estos artículos pierden su eficacia si se utilizan más de una vez o durante periodos de tiempo más prolongados. Esto se ve agravado por el hecho de que, invariablemente, los EPI están hechos de múltiples materiales, con alguna forma de plástico que suele constituir una gran parte de su construcción.
Los residuos de EPI también se fabrican y distribuyen en cantidades extraordinarias. Ya en marzo, la OMS predijo un aumento del 40% de la demanda en el sector sanitario, y la escasez mundial ha sido una constante en la cobertura mediática de la pandemia. Además, los CDC recomiendan a los ciudadanos que utilicen mascarillas cuando sea difícil mantener la distancia social en cualquier lugar público o encuentro con personas ajenas a la familia.
¿Los EPI son residuos peligrosos?
Los CDC aconsejan actualmente que:
"Los residuos médicos (basura) procedentes de centros sanitarios que tratan a pacientes con COVID-19 no son diferentes de los residuos procedentes de centros sin pacientes con COVID-19".
Aunque hay poco escrito sobre el uso público de los EPI, el consenso es que no deben considerarse residuos peligrosos en el contexto de COVID-19. Esto significa que puede desechar los residuos de EPI en los contenedores de basura habituales, aunque algunas recomendaciones establecen que si se sabe que el EPI ha estado en contacto con una persona infectada, debe desecharse en bolsas separadas y atadas.
¿Se pueden reciclar los residuos de EPI?
En resumen, no realmente. Aunque el potencial de transmisión de enfermedades a través de los EPI desechados sigue siendo bajo, no existen instalaciones diseñadas para procesar este tipo de residuos. El vertido y la incineración son los métodos de eliminación más comunes que minimizan la manipulación posterior.
Tal y como aconseja la EPA, la recomendación es reducir cualquier amenaza de transmisión por contacto con residuos a pesar de que los riesgos son mínimos, pero, hay ciertos productos que tienen la capacidad de ser reciclados.
Plástico y vidrio de mayor tamaño Las botellas de desinfectante de manos, por ejemplo, pueden depositarse normalmente en contenedores de reciclaje específicos, siempre que estén fabricadas con plásticos que su municipio pueda tratar. Además, los envases, como el cartón utilizado para el envío de EPI, también pueden reciclarse en función de los servicios locales.
Actualmente se están poniendo en marcha iniciativas de gestión de residuos de EPI para encontrar formas alternativas de tratar los residuos de EPI de manera más sostenible, y un equipo de investigación ha descubierto un método para convertir guantes, mascarillas (incluidas las mascarillas N95), gafas, protectores faciales y batas en biocombustibles. Además, Terracycle ofrece ahora programas de reciclaje para determinados tipos de EPI utilizados en el ámbito público, que luego se fundirán y convertirán en diferentes productos.
Recogemos las mascarillas y prendas no tejidas (en su mayoría de PP) y las transformamos en migas densificadas que pueden utilizarse para nuevos productos moldeados por extrusión y compresión. En cuanto a los guantes, recogemos guantes de nitrilo y látex (caucho) y los transformamos en polvo de caucho criomolido. Se trata de una materia prima para nuevas aplicaciones de suelos de caucho, así como para la cobertura del suelo y el soporte de campos de atletismo/césped. - Terracycle
¿Qué ocurrirá con los EPI desechados?
Como ya se ha mencionado, la mayoría de los EPI se incineran o se depositan en vertederos. Si se incinera, se destruirá cualquier resto del virus, pero la incineración es controvertida y no contribuye a la economía circular. Si el vertedero es la única opción, podría tardar años en descomponerse. Sin embargo, es preferible a simplemente tirar los residuos de EPI a la calle, donde ensucian nuestras ciudades y, en última instancia, nuestros océanos.
¿Cómo reducir los residuos de EPI?
Para el público en general, algunas autoridades aconsejan el uso de mascarillas de algodón reutilizables. Si decide utilizar una, encontrará información detallada en consejos e instrucciones de cuidado en el sitio web de la OMS. Además, se puede consultar un desglose detallado de la eficacia de cada tipo de mascarilla aquí
Dependiendo de cuánto dure la necesidad de este mayor consumo de EPI se determinará qué tipo de medidas se ponen en marcha para su reciclaje. Mientras tanto, manténgase al día de las últimas novedades y orientaciones de fuentes de confianza como la OMS, los CDC o la FDA.
Si desea obtener más información sobre cómo los gestores de residuos de EPI están haciendo frente a esta afluencia, cómo su empresa puede reducir los residuos y racionalizar la gestión de residuos de EPI, suscríbase al blog de RTS, lea nuestros recursos específicos sobre COVID-19 o póngase en contacto con uno de nuestros asesores acreditados LEED hoy mismo.