Top

El deporte es una parte importante de la vida tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo. Según la Oficina de Estadísticas Laborales, el 19,3% de la población estadounidense practicó deporte y ejercicio en 2019, lo que supone unos 66 millones de personas al día. Sin embargo, no es solo la práctica de actividades físicas lo que nos pone en marcha, ya que ver deportes tanto en directo como por televisión son también pasatiempos enormemente populares.

De hecho, el mercado deportivo norteamericano generó 71.100 millones de dólares en 2018y se prevé que crezca un 3,2% anual, hasta alcanzar los 83.100 millones de dólares en 2023. Además, 150 millones de personas asistieron en persona a eventos deportivos en 2018, y parece que estas cifras se recuperarán tras las restricciones impuestas durante la pandemia. Estas cifras incluyeron 70 millones de personas que asistieron a partidos de béisbol, 34 millones que se sentaron a ver el fútbol y algo más de 20 millones cada uno para partidos de la NBA y la NHL.

Todo ello significa que la reciente tendencia a promover la sostenibilidad en los acontecimientos deportivos puede tener un gran impacto en los aficionados, y no sólo en Estados Unidos. En todo el mundo, desde la Premier League de fútbol en el Reino Unido hasta el críquet en Australia, pasando por grandes torneos deportivos como la Copa Mundial de la FIFA, los organizadores optan por un enfoque más sostenible e intentan concienciar a la población.

¿Qué está haciendo el sector de los eventos deportivos en directo para reducir su impacto y mejorar sus prácticas sostenibles? Echemos un vistazo a algunos de los principales eventos.


Eventos deportivos sostenibles: Ejemplos clave

Los acontecimientos deportivos pueden dejar una gran huella de carbono. Se calcula que los aficionados que acuden a un solo partido de la Liga de Campeones en Europa generan casi 5.600 toneladas de CO2. Por eso es imperativo que los acontecimientos deportivos, tanto nacionales como internacionales, hagan todo lo posible por reducir su impacto.

A la cabeza estuvieron los Juegos Olímpicos de Tokio. El comité organizador de 2020 introdujo una serie de medidas innovadoras para minimizar el impacto de los Juegos. Bajo el lema "Juntos, ser mejores", se propusieron hacer de esta la Olimpiada más sostenible de la historia.

Entre otras cosas, se construyó la villa de los atletas con madera sostenible de origen local y se utilizaron combustibles alternativos para todos los vehículos. Además, toda el agua utilizada en los Juegos era de lluvia o reciclada (aparte del agua potable). Los Juegos de París 2024 también se han fijado el objetivo de ser los próximos 'Los Juegos más ecológicos'.

Más cerca de casa, la Super Bowl de 2018, la cumbre de la temporada deportiva de la NFL, se propuso por primera vez llegar a cero residuos. El evento logró un impresionante 90% de reciclaje, reutilización o valorización de los residuos generados, con algo menos de un tercio compostado y el 62% restante reciclado o donado. Toda la comida que se sirvió a los aficionados en el estadio venía en envases totalmente compostables y los residuos de comida que no pudieron compostarse se utilizaron para generar energía de vapor para calentar edificios del centro de Minneapolis.

Sin embargo, aspirar a un acontecimiento deportivo más sostenible no siempre es fácil. Por su naturaleza, los acontecimientos deportivos implican que muchas personas se desplacen a los estadios y ocupen el mismo espacio, lo que puede dificultar la limitación de la huella de carbono y la gestión de los residuos. Veamos, pues, cuáles son los aspectos clave para que cualquier acontecimiento sea más sostenible.


Cómo lograr la sostenibilidad en los acontecimientos deportivos

Los acontecimientos deportivos pueden mejorar la sostenibilidad de tres formas fundamentales.

 

Viajes y transportes

Alrededor del 85% de las emisiones producidas por un gran acontecimiento deportivo proceden directamente de los desplazamientos y el alojamiento de los invitados. En el caso de la Copa del Mundo de Fútbol de 2018, eso se tradujo en la misma cantidad de electricidad utilizada por medio millón de hogares a lo largo de un año. Pero, ¿cómo reducir esta cifra? Los aficionados necesitan viajar a los acontecimientos deportivos.

La compensación de las emisiones de carbono es una forma de abordar el problema, al igual que la creación de proyectos de desarrollo con bajas emisiones de carbono en los destinos de acogida.

 

Comida y bebida

En los eventos deportivos hay que dar de comer y beber a los aficionados, lo que puede generar una enorme cantidad de residuos. Se calcula que durante los Juegos Olímpicos de Río de 2016 se sirvieron 14 millones de comidas que produjeron 180.000 toneladas de CO2.

Los organizadores pueden optar por trabajar con proveedores locales sostenibles, lo que tiene un impacto positivo en todos los ámbitos. Por ejemplo, los Juegos Olímpicos de París 2024 se han comprometido a utilizar fuentes de alimentos 100% sostenibles y certificadas durante toda la competición.

Esfuerzos como los empleados durante la reciente Super Bowl también pueden ayudar. Se genera una enorme cantidad de residuos que podrían utilizarse para compost o para suministrar fuentes de energía alternativas.

 

Infraestructura

Las ciudades anfitrionas de grandes acontecimientos deportivos suelen tener que proporcionar una serie de instalaciones de alto nivel, como estadios y espacios para eventos, así como instalaciones de entrenamiento, alojamiento y otros servicios. Estos proyectos se utilizan a menudo para regenerar zonas de las ciudades y garantizar la financiación de otros proyectos.

Sin embargo, también deben lograrse de la forma más sostenible posible. En los últimos Juegos Olímpicos y Mundiales, estos proyectos han tendido a crecer en tamaño y alcance con cada torneo, pero por fin parece haberse producido un cambio en la forma de organizar los eventos.

Qatar ha invertido la friolera de 100.000 millones de dólares en infraestructuras de cara a la Copa Mundial de 2022. Es, con diferencia, el más caro hasta la fecha. Sin embargo, también se ha comprometido a convertirlo en el primer acontecimiento neutro en emisiones de carbono. Las estrictas normas de diseño y construcción han hecho que el acontecimiento sea más sostenible.

Otros ejemplos de diseño sostenible son el Johan Cruyff Arena de Ámsterdam, sede de la final de la Liga de Campeones de 2019, que funciona con más de 4.000 paneles solares en su tejado.


Un caso práctico de sostenibilidad de eventos

El Barclay's Center, uno de los principales estadios de la NBA en Brooklyn, estaba buscando formas alternativas de gestionar sus residuos en un esfuerzo por impulsar sus compromisos de sostenibilidad. El estadio generaba una gran cantidad de material reciclable, pero no tenía la capacidad ni la infraestructura necesarias para tratar eficazmente todos estos residuos. Como consecuencia, el material potencialmente reciclable era rechazado en las instalaciones y acababa en el vertedero, lo que suponía un coste tanto para el medio ambiente como para la empresa gestora del estadio. Se asociaron con nuestro equipo de RTS para encontrar una solución.

Para ello, se dividieron los residuos compactados en varios flujos, de modo que pudieran cargarse rápida y fácilmente en camiones y llevarse a la instalación de reciclaje adecuada. RTS también puso en marcha un completo programa de reciclaje y formación en las instalaciones, con señalización adicional para ayudar a separar los residuos en origen. Con el tiempo, la cantidad de residuos retirados y reciclados mejoró.

Más de 1.000 toneladas anuales de residuos de cartón, metal y plástico se desviaron de los vertederos y otras 650 toneladas de residuos orgánicos se compostaron. Esto supuso para el cliente un ahorro mensual de casi 20.000 dólares en un periodo de 12 meses.


Cómo el deporte puede marcar el camino

Los órganos de gobierno que dirigen tanto el deporte internacional como el nacional no siempre han querido o sabido hacer uso de su posición única de poder e influencia. Pero parece que las tornas están cambiando poco a poco. Con acontecimientos como la Super Bowl, los Juegos Olímpicos y la Copa del Mundo, que pretenden avanzar en una dirección más sostenible, por fin parece que el deporte está utilizando su poder para influir en el cambio. Con miles de millones de espectadores en todo el mundo y decenas de millones de aficionados en los estadios cada año, lo realmente emocionante no es sólo el impacto inmediato de las prácticas sostenibles, sino el poder de actuar como catalizador de un cambio más amplio.

A los eventos y organizaciones de menor escala no siempre les resulta fácil introducir los cambios necesarios para ser más sostenibles en su funcionamiento. Ahí es donde entramos nosotros en RTS. Podemos trabajar tanto con empresas públicas como privadas que busquen soluciones sostenibles en materia de residuos o simplemente una forma de gestionar mejor los residuos.


Reciba las últimas noticias del sector