Cada día se promulgan nuevas medidas para frenar la propagación del coronavirus (COVID-19), y cada día se pide a más personas que practiquen el distanciamiento social o el autoaislamiento.
Esta repentina e inesperada llamada a "quedarse en casa" está teniendo diversos efectos. Como era de esperar, está repercutiendo en las emisiones y otros factores relacionados con el cambio climático, con cambios radicales en la "rutina" mundial que modifican la forma en que utilizamos y consumimos los recursos.
¿Qué ocurre con el cambio climático cuando el mundo se ralentiza? Examinamos brevemente cómo los cambios en las pautas de consumo de recursos y generación de residuos pueden afectar a Estados Unidos en los próximos meses.
Las emisiones bajan, por ahora
China e Italia son claros ejemplos del impacto de las recientes paradas en las emisiones. Las recientes imágenes del satélite Sentinel-5P de Copernicus muestran una reducción significativa de la contaminación por dióxido de nitrógeno en toda la península italiana, en particular en el centro industrial del norte del país.
Fuente: businessinsider
Si a esto añadimos un efecto similar observado en toda China, los resultados son significativos. El cierre de fábricas, centrales eléctricas e instalaciones industriales, junto con la restricción de la circulación de vehículos y vuelos, ha provocado un descenso espectacular de las emisiones de NO2, con reducciones similares en los niveles de CO2.
Aunque este descenso se ve como una especie de resquicio de esperanza en una situación por lo demás calamitosa, preocupa que las emisiones se desplacen de un lugar a otro, con un número cada vez mayor de personas en casa que dependen de los recursos individuales para trabajar y vivir.
A medida que EE.UU. entra en un periodo de controles cada vez más estrictos, es difícil predecir exactamente lo que esto significará para la generación de emisiones. Lo que sí se espera es un fuerte aumento del uso de Internet, de la calefacción en los hogares, del uso de televisores y otros electrodomésticos, y de las compras en línea de alimentos y otros artículos de primera necesidad, lo que podría compensar el ahorro a largo plazo.
Sin embargo, el aumento de las entregas a domicilio en todo el país está, como mínimo, proporcionando a los científicos acceso a un conjunto singular de datos que es poco probable que se repita en el futuro. Poco se sabe actualmente de las emisiones asociadas a la industria del reparto a domicilio, y a medida que más estadounidenses dejan sus coches en la entrada para trabajar desde casa, los patrones cambiantes de generación de emisiones están proporcionando a los científicos una visión de un mundo sin tránsito interno, sin viajes internacionales y sin industria.
Gestión de residuos y reciclado
Además del desplazamiento de las fuentes de emisión, es probable que el sector de la gestión y el reciclado de residuos experimente dificultades a medida que cambien los hábitos de consumo y la generación de residuos se concentre en determinadas zonas. Con un gran número de empresas y fábricas cerradas temporalmente, junto con escuelas y otras instituciones, es probable que la generación de residuos se dispare en las zonas residenciales, con un aumento de la cantidad de envases de un solo uso procedentes de supermercados y entregas de alimentos.
Un aumento de los residuos residenciales significa más materiales, y más variados, que procesar, lo que posteriormente impone medidas más extremas a las instalaciones de procesamiento y reciclaje de residuos, que también pueden cerrar o verse obligadas a reducir personal. Estas preocupaciones son especialmente pertinentes para una industria que todavía se está recuperando de la conmoción que supuso la prohibición de las importaciones de residuos por parte de China en 2018. Dado que los productos de envases multimaterial y de un solo uso aumentarán, ahora es más importante que nunca garantizar que los materiales reciclables estén limpios, clasificados y colocados en los contenedores adecuados de acuerdo con las regulaciones gubernamentales locales.
Una desaceleración voluntaria de la economía
Aunque hasta ahora el cambio climático y la salud mundial se trataban como cuestiones separadas, existe una fuerte correlación entre ambas.
Para economistas, científicos y dirigentes de la industria, vigilar y registrar el modo en que las emisiones y la generación de residuos se ven afectadas por la reacción del Gobierno es una herramienta útil en la lucha contra el cambio climático. Aunque es probable que estas medidas y sus efectos sean temporales, existe la esperanza de que los datos recogidos durante este periodo nos permitan construir sistemas más sólidos en el futuro.
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