La inversión sostenible ha crecido rápidamente en la última década. Según una encuesta reciente, la pandemia de COVID-19 ha acelerado las tendencias de inversión sostenible, y muchos inversores prevén duplicar su cuota de inversiones sostenibles en los próximos cinco años.
Resumiendo, inversión sostenible significa seleccionar empresas (u otras inversiones) basándose, al menos en parte, en sus resultados en la gestión de cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza (ASG). Aunque algunos inversores investigan por su cuenta para comprender el rendimiento de una empresa, muchos se basan en las calificaciones ASG publicadas por las principales organizaciones de investigación de inversores. Estas organizaciones otorgan a las empresas una calificación ASG (por ejemplo, A para las que obtienen buenos resultados y C para las que obtienen resultados medios) basándose en los informes públicos y otra información facilitada por la empresa.
Estas calificaciones funcionan de forma similar a las calificaciones crediticias, en el sentido de que proporcionan a los inversores una aproximación para comprender el nivel de riesgo ASG asociado a una inversión concreta. Las calificaciones ASG altas indican una gestión competente de las cuestiones ASG y apuntan a una empresa que puede estar aprovechando las oportunidades relacionadas con las cuestiones ASG. Las calificaciones ASG bajas indican que una empresa puede no comprender el impacto de las cuestiones ASG en sus operaciones. Las calificaciones bajas también pueden ser un indicador adelantado de fallos relacionados con las cuestiones ASG, que a menudo repercuten directamente en los resultados financieros de la empresa.
La importancia de los residuos y los materiales para los inversores
El Dr. Alex Gold dirige las operaciones norteamericanas de la empresa de asesoramiento sobre sostenibilidad BWD, especializada en ayudar a las empresas a optimizar el sentimiento de los inversores mediante la mejora de los informes corporativos. Explica que "la prohibición china de importar material reciclado y la frustración pública por la prevalencia de los plásticos de un solo uso se han combinado para aumentar rápidamente la importancia de la gestión organizativa de los residuos para los inversores. Ahora ven la mala gestión de los residuos como un pasivo clave y ven la economía circular como una gran oportunidad para que las empresas establezcan una ventaja competitiva".
La creciente importancia que los inversores conceden a la gestión de residuos queda demostrada por el hecho de que casi todas las calificaciones ASG existentes en la actualidad incluyen la gestión de residuos y los materiales utilizados como indicadores clave.
Por ejemplo, las empresas se ganan un puesto en el Índice Dow Jones de Sostenibilidad gracias a sus buenas puntuaciones en la Evaluación Global de Sostenibilidad Corporativa de S&P. La producción total de residuos de una organización, la ambición de sus objetivos de reducción de residuos, sus planteamientos de reciclaje y sus estrategias para reducir el uso de materiales se incluyen en la puntuación final de la organización.
Otro ejemplo lo ofrece ISS, una importante organización de investigación de inversores que elabora informes sobre el rendimiento de las empresas. Estos informes desempeñan un papel influyente a la hora de informar sobre las votaciones de las resoluciones de los accionistas, entre otras decisiones de inversión. La ISS Environmental & Social QualityScore, así como la ISS ESG Corporate Rating, incluyen una evaluación de las prácticas de gestión de residuos de las organizaciones, sus objetivos y su rendimiento a lo largo del tiempo.
El Dr. Gold argumenta por qué las organizaciones deben tomarse en serio estas calificaciones ASG de los inversores: "Cuando una cuestión como la gestión de residuos se incluye en una evaluación de calificación, se refuerza el vínculo entre la cuestión y los resultados financieros de una empresa. Esto se debe a que si una empresa consigue aumentar su calificación gracias a una buena gestión de los residuos, podría entrar a formar parte de índices centrados en ASG como el Índice Dow Jones de Sostenibilidad. Estar incluido en más índices significa más demanda de sus acciones, lo que a su vez conduce a una revalorización del precio de las acciones. Por otro lado, si estas calificaciones señalan en sus informes un tema como el uso de materiales como preocupante, aumenta la percepción de riesgo de los inversores en relación con su empresa. Esto afecta negativamente a la confianza, limita la capacidad de su empresa para atraer nuevas formas de inversión, como los bonos vinculados a la sostenibilidad, y aumenta potencialmente su coste de capital".
De la calificación a la regulación
Con tantos marcos de información y calificación ASG para los inversores, tanto éstos como las empresas reclaman algún tipo de normalización para dar sentido a los resultados de sostenibilidad de las empresas. La norma más prometedora que ha surgido hasta ahora procede de la Unión Europea, que ha propuesto una taxonomía (la "Taxonomía de la UE") que las empresas tendrían que utilizar para informar a los inversores sobre sus resultados en materia de sostenibilidad.
Uno de los objetivos de la Taxonomía de la UE es la transición a una economía circular, lo que tiene importantes repercusiones en la importancia estratégica de los residuos. Como explica el Dr. Gold "Al incluir la economía circular como objetivo junto a áreas de interés de larga data, como la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo, los reguladores de la UE están señalando que la cuestión debe ser de importancia estratégica para las empresas y sus inversores". Una vez que la Taxonomía de la UE entre en vigor, se esperará que las empresas tengan una estrategia clara para apoyar la economía circular y esto incluye un enfoque en sus prácticas de gestión de residuos."
BWD es una empresa de asesoramiento especializada en estrategia e informes de sostenibilidad organizativa, con oficinas en Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Malasia. El Dr. Alex Gold dirige la oficina de BWD en Estados Unidos desde la ciudad de Nueva York.