Los Washington Nationals querían implicar a los aficionados en la toma de decisiones más ecológicas. Tras unos pocos partidos, estaba claro: Cycle consiguió un home run para los aficionados y el medio ambiente.
La máquina expendedora inversa de Cycle recogió cientos de unidades durante el programa piloto que, de otro modo, habrían ido a la basura, mientras que los aficionados presentes en el partido fueron recompensados con descuentos en sus próximas compras de bebidas.
A través de la plataforma de participación de Cycle, el estadio pudo recopilar información valiosa de los aficionados y clientes para utilizarla en futuros programas y hacer un seguimiento de los objetivos de sostenibilidad del estadio.