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El sector de los residuos comerciales ha evolucionado de muchas maneras a lo largo de los años, pero lo básico suele ser lo mismo: un camión vendrá en algún momento para llevarse los residuos a algún sitio y los clientes no notarán la diferencia mientras todo se recoja.

Recycle Track Systems (RTS) forma parte de un grupo de nuevas empresas que pretenden cambiar esa dinámica. Aunque en algunas ciudades operan como intermediarios de residuos, RTS también ofrece soluciones técnicas que van más allá de esa función tradicional. En los dos últimos años, ha crecido silenciosamente en los mercados de todo el país encontrando formas de facilitar la recogida de residuos y verificar que todo va al lugar correcto.

"Nuestro planteamiento inicial era que tiene que haber transparencia y responsabilidad en la retirada de materiales", afirma Greg Lettieri, cofundador y director general de RTS. "Ya no es aceptable llevar ese material de desecho de alimentos, después de que el cliente haya pasado por toda la clasificación, y meterlo en un camión de la basura".

Desde su lanzamiento en 2014, RTS se ha expandido más allá de su base en Nueva York para cubrir cuentas en Filadelfia, Washington D.C., Miami, Chicago y partes de Nueva Jersey, California y Virginia. Actualmente emplea a 30 personas, incluidos desarrolladores tecnológicos y contratistas, y ha atraído a grandes talentos.

En esencia, la tecnología de la empresa consiste en eliminar las conjeturas del proceso de recogida. Para los clientes, esto significa tener la posibilidad de programar recogidas a demanda a través de la aplicación telefónica de la empresa, consultar opciones de precios, recibir notificaciones de la llegada de un camión y obtener informes sobre cómo se han desviado sus residuos para el reciclaje. Para los transportistas, significa disponer de tabletas en sus camiones que ofrezcan información eficiente sobre rutas y otras funciones para todas sus paradas, no sólo las gestionadas por RTS.

Oportunidad mutua

Lettieri y su viejo amigo Adam Pasqualeócofundador y director de operaciones de RTSófueron los primeros en tener la idea de la empresa mientras tomaban unas cervezas hace un par de veranos, como forma de combinar sus dos trayectorias diferentes.

La experiencia en desarrollo de productos tecnológicos y gestión empresarial procede de Lettieri. Fue director de ventas de la empresa de telecomunicaciones Pacnet, con sede en Hong Kong, y más tarde vicepresidente primero del Bank of America.

Pasquale creció trabajando en rutas de recogida como parte de una empresa multigeneracional del sector de los residuos de Nueva York. En 1998 se hizo cargo de las empresas de su familia, Ideal Sanitation Service y Sam Pasquale Carting, y acabó aprendiendo todos los oficios, desde conductor hasta expedidor. Más tarde, en 2005, vendió las empresas a Action Environmental Group.

Esta perspectiva del sector ayudó a RTS a afianzarse en el difícil mercado neoyorquino más rápidamente de lo que probablemente lo habría hecho una empresa nueva. Hasta la fecha, han abierto cuentas con empresas como Four Seasons, Shake Shack, WeWork y algunos establecimientos de Whole Foods, entre muchas otras.

Socios transportistas

Por supuesto, RTS no es la única empresa que intenta llevar la innovación tecnológica al sector de los residuos. Rubicon Global ha recibido importantes fondos para un modelo de negocio que es similar en varios aspectos. Empresas como Air-Trak, GPS Insight, FleetMind Solutions y muchas otras tienen su propio software de gestión de flotas. Sin embargo, RTS cree que, además de su tecnología propia, su forma de trabajar con los transportistas es uno de los aspectos en los que son únicos.

En lugar de pedir a varios transportistas que pujen por una cuenta, RTS encuentra al más adecuado para el trabajo y negocia el precio directamente con el cliente.

"Si nuestros transportistas no son rentables, no tenemos modelo de negocio", afirma Lettieri. "No queremos elegir al proveedor más barato".

Esta tecnología permite a RTS ver la ubicación de los vehículos y, a su vez, notificar a los clientes su llegada inminente. Ese aviso puede permitir a un guardia de seguridad abrir un muelle de carga o a los trabajadores empezar a bajar los residuos a la zona de recogida cuando un camión está cerca.

Estas funciones de seguimiento también son útiles para los transportistas. Hace poco, cuando un cliente llamó para quejarse de que no le habían recogido los residuos, RTS pudo comprobar la hora exacta y la duración de la parada del camión esa mañana. Resultó que el transportista había hecho su trabajo, pero alguien había depositado residuos adicionales después de la recogida.

"El transportista no tuvo que enviar un camión allí", dijo Pasquale. ìEn ese escenario se valida que el transportista estuviera allíî.

Empresa básica

A pesar de todas estas innovaciones, el proceso de recogida puede seguir teniendo sus problemas. A principios de este mes, RTS recibió un aluvión de llamadas sobre retrasos en las recogidas de la mañana del 5 de julio debido al volumen extra de las vacaciones. Contar con la tecnología necesaria para localizar los camiones y proporcionar tiempos de llegada precisos fue clave, pero fue el enfoque individual de su equipo en el servicio al cliente lo que facilitó las cosas.

"El valor real reside en la relación con el cliente", afirma Lettieri. "Cuando se recogen residuos y se recicla a diario, surgen problemas con los camiones y con el servicio, por muy buena que sea la plataforma".

Este enfoque también ha dado buenos resultados para los clientes centrados en la sostenibilidad, ya que los objetivos rigurosos de separación de residuos se han convertido en una prioridad. Para los clientes interesados, RTS cuenta con un equipo con certificación LEED que puede realizar visitas para colocar carteles, formar a los empleados y encontrar nuevas estrategias de separación. Si lo solicitan, los clientes pueden incluso obtener fotos de sus restos de comida convertidos en compost en la granja más adelante.

Este año, RTS llevó estos métodos a Whole Foods como parte del Desafío de Residuos Cero de Nueva York y les ayudó a mejorar un programa de reciclaje y compostaje que ya era sólido. RTS trabajó directamente con los distintos departamentos de la tienda para aumentar el reciclaje en un 10% y superar el objetivo del reto de una tasa de desvío del 50%.

A medida que aumenta el número de ciudades que establecen normas ambiciosas en materia de residuos y reciclaje, RTS considera que está bien posicionada para satisfacer las necesidades cada vez más específicas tanto de los clientes como de los transportistas.

"Todo el mundo quiere hacer un cambio y acepta el programa. Quieren hacer más y nosotros les damos la herramienta para hacerlo", afirma Lettieri.

En la actualidad, RTS trabaja en nuevas tecnologías para hacer frente a la continua preocupación del sector por la seguridad y tiene grandes planes de crecimiento. Su objetivo es abrir una oficina en Filadelfia este mismo año y, poco después, iniciar la expansión europea.

- Cole Rosengren WasteDive