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El futuro es verde. Desde los alimentos que comemos hasta la forma en que viajamos, la revolución ecológica está impregnando cada vez más aspectos de nuestras vidas y, a medida que nuestro impacto en el planeta se vuelve cada vez más destructivo, existe la esperanza de que las tecnologías genuinamente sostenibles puedan marcar una verdadera diferencia. Coches eléctricos, alimentos ecológicos, energías renovables y materiales reciclables: cada uno de ellos se considera una respuesta a algunos de los problemas más importantes a los que se enfrenta la sociedad actual, y cada uno de ellos ha recibido abundante cobertura mediática en la última década.

Sin embargo, un aspecto monolítico pero a menudo ignorado de nuestra huella ecológica está literalmente a nuestro alrededor: los lugares que habitamos, los ladrillos y el cemento de nuestra existencia cotidiana. En oficinas y almacenes; museos, galerías de arte y estadios; escuelas y hospitales; y, por supuesto, los lugares que llamamos hogar. A escala mundial, nuestros edificios son responsables de una gran parte de nuestro consumo de energía, electricidad, agua y materiales. El cemento, por ejemplo, se considera uno de los materiales más destructivos jamás creados, ya que en la actualidad contribuye en más del 5% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono.

El movimiento de construcción ecológica

En realidad, los principios de la construcción ecológica han existido desde las primeras chozas de barro construidas por el hombre, pero a medida que la arquitectura se ha vuelto mucho más compleja, también lo han hecho los materiales y los métodos de construcción. Aunque perjudicial en última instancia, el hormigón es barato, abundante y fácil de usar, y nuestra dependencia de este material ha obstaculizado las innovaciones en construcción ecológica, con costes prohibitivos y tecnologías no probadas que garantizan que siga siendo una industria de nicho.

Hoy, sin embargo, un incipiente movimiento de construcción ecológica está cobrando impulso, y se están implantando nuevas normas y reglamentos para fomentar una arquitectura que sea mejor para el medio ambiente y más saludable para vivir y trabajar. Estos conceptos abarcan tanto los principios de construcción como el ciclo de vida del propio edificio, y la norma actual, reconocida en todo el mundo, es el certificado de Liderazgo en Energía y Diseño Medioambiental (LEED). A continuación analizamos las ventajas del certificado LEED y lo que significa para el futuro de la construcción ecológica.

Por qué es importante LEED

LEED está diseñado para medir y clasificar todos los tipos de "edificios ecológicos, saludables, altamente eficientes y que ahorran costes", y proporciona una certificación basada en un sistema de créditos que otorga, una vez finalizada la construcción, la categoría de Certificado, Plata, Oro y Platino. Los créditos se conceden en función de una amplia gama de factores que abarcan tanto la fase de construcción como la eficiencia energética del edificio una vez habitado. Estos factores abarcan los tipos de materiales utilizados, los residuos generados, los tipos de fuentes de energía utilizadas y mucho más.

No se puede subestimar la importancia de un marco como LEED, y una norma en la que basar la "construcción ecológica" está ayudando a acabar con el número aparentemente insuperable de prácticas destructivas que actualmente apuntalan el statu quo. Si queremos reducir el 4% de las emisiones mundiales de carbono que generan los hogares estadounidenses, el LEED es crucial para identificar los muchos y variados factores que contribuyen a ello. Además, los edificios acreditados LEED son más sanos para vivir, contaminan menos la zona y resultan atractivos para inquilinos de todo tipo, ya sean residenciales o comerciales.

¿Cómo puede ayudar LEED?

En la actualidad, LEED es responsable de la acreditación de unos 2,4 millones de pies cuadrados de propiedades al día, en más de 165 países. Su marco evolutivo está diseñado para adoptar nuevas tecnologías y métodos de construcción que garanticen que los edificios LEED estén siempre a la vanguardia de la sostenibilidad. La última iteración -LEED v4- ha mejorado la compatibilidad con las redes inteligentes y premia la participación en programas de respuesta a la demanda. También ha profundizado en los datos de composición de los materiales para ofrecer una imagen más clara de cómo afectan los materiales de construcción a la salud humana.

A medida que crece el movimiento de construcción ecológica y se desarrollan las tecnologías asociadas a él, está claro que es crucial proporcionar educación y formación sobre las posibilidades futuras. También lo es concienciar sobre las tecnologías y materiales existentes que pueden pasarse por alto debido a concepciones erróneas del coste. Además, la gestión de residuos y el reciclaje, tanto durante como después de la construcción, forman parte integral del marco LEED, y la gestión logística y el desvío de estos materiales son una parte crucial de por qué LEED es un importante impulsor de la sostenibilidad. El objetivo es crear un "edificio verde" desde el momento en que se rompe el suelo, pasando por la construcción, hasta toda la vida útil del edificio. Como dicen los propios USBC, "unos edificios mejores son nuestro legado".

¿Cómo será el futuro?

Las ventajas de la certificación LEED son evidentes: basta con visitar el recientemente terminado Apple Parkel mayor edificio con certificación Platino de Norteamérica. Sin embargo, si las líneas limpias de acero y cristal parecen un poco clínicas, el futuro sugiere que el marco LEED es lo suficientemente versátil como para extenderse a todo tipo de edificios. De hecho, el edificio con certificación LEED más antiguo del mundo es la Sede Central, un palacio del siglo XV con vistas al Gran Canal de Venecia.

En algún punto entre estos dos edificios emblemáticos se encuentra la verdad: que, en esencia, casi cualquier estructura puede construirse o adaptarse a las normas LEED, y disfrutar de las ventajas de la certificación LEED, cumpliendo los créditos exigidos en la medida de lo posible. Por ejemplo, las viviendas energéticamente eficientes que utilizan triple acristalamiento, calefacción ambiental, paneles solares y sistemas de reciclado de agua ya ocupan un lugar destacado en el índice de sostenibilidad. Muchos de estos elementos pueden instalarse retroactivamente en viviendas antiguas, o utilizarse como piedras angulares del diseño de edificios.

Por supuesto, cumplir los requisitos y completar los créditos es el mayor reto cuando se intenta alcanzar cualquier estándar LEED. En RTS, nuestro equipo LEED está a su disposición para ayudarle a alcanzar sus objetivos en la categoría de Materiales y Recursos. Al gestionar de forma más eficiente la eliminación de los materiales de construcción, podrá cumplir 3 requisitos previos y obtener 9 créditos para la certificación. Vea cómo hemos ayudado a al Audi Field del D.C. United a cumplir la normativa y a obtener más información sobre nuestras soluciones de sostenibilidad aquí.

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