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Desde el comienzo de la pandemia, los EPI han sido muy demandados y utilizados. Debido a su naturaleza de un solo uso, está dejando una huella perjudicial en el medio ambiente. En España, la cantidad de residuos médicos generados ha aumentado en un asombroso 350%, mientras que en China se ha producido un aumento aún mayor de los residuos médicos, con un 370% más ahora que antes de la pandemia.

La mayoría de los EPI están fabricados con plástico no biodegradable de un solo uso, y los expertos estiman que alrededor del 75% acaba en nuestros vertederos u océanos.. Según un informe reciente, si no se toman medidas, el flujo anual de plástico a los océanos podría triplicarse y alcanzar los 29 millones de toneladas métricas en 2040. triplicarse hasta alcanzar los 29 millones de toneladas métricas en 2040.. Sin embargo, la mayor parte de la investigación para este informe se completó en un mundo pre-COVID, y el informe no se ha actualizado para tener en cuenta nuestra nueva dependencia de los EPI.

Esto significa que nuestras mascarillas, guantes y otros artículos de un solo uso permanecerán en los vertederos mucho después de que la pandemia haya llegado a su fin, y tenemos que encontrar mejores formas de eliminar y reciclar los EPI y otros materiales asociados.


El futuro del uso de EPI

El fuerte aumento del uso de EPI no muestra signos de desaceleración a corto plazo. En la mayoría de los países sigue vigente la obligación de utilizar mascarillas y se espera que muchas oficinas, hospitales, residencias de ancianos y otras instituciones sigan aplicando políticas de mascarillas y otros EPI obligatorios en un futuro próximo.

Entre 2016 y 2020, la tasa anual compuesta de aumento del mercado mundial de EPI fue del 6,5 %. De 2020 a 2025, los expertos predicen que el crecimiento anual compuesto solo en máscaras faciales y quirúrgicas rondará el 20 %. Eso se suma al enorme aumento de la producción que ya hemos visto en los últimos 12 meses.

Con este reto en mente, ¿cómo podemos empezar a abordar el problema de los residuos de EPI de una manera sostenible, garantizando al mismo tiempo que las normas de seguridad e higiene no se vean comprometidas? A continuación, echamos un vistazo a algunos enfoques y nuevas tecnologías innovadoras que pueden marcar la diferencia.


Reciclado de plásticos

Una de las muchas soluciones potenciales a nuestro reto mundial de los EPI se encuentra en el Reino Unido. La empresa galesa Thermal Compaction Group (TCG) ha creado un proceso que permite a los hospitales convertir sus residuos plásticos en pellets de plástico comprimido. Anteriormente, la tecnología Sterimelt de la empresa se utilizaba para fabricar nuevos productos de plástico, como muebles y papeleras de hospital, calentando los plásticos a 350 grados centígrados y comprimiéndolos después en bloques rectangulares para su uso posterior.

Este año, TCG ha empezado a trabajar estrechamente con Hardshell, una de las primeras instalaciones de fabricación de mascarillas de grado FFP3 del Reino Unido, para probar un proceso en el que los recubrimientos faciales desechables defectuosos de Hardshell y otros artículos de EPI se procesan a través de las máquinas de TCG. Se espera que este sistema pueda ampliarse a todos los artículos de EPI, pero por ahora Hardshell está reduciendo significativamente su flujo de residuos preconsumo.

La empresa calcula que por cada 10.000 kilos de residuos procesados con Sterimelt, los hospitales pueden ahorrar 7.500 kilos de emisiones de dióxido de carbono. TCG ha firmado ya varios contratos con hospitales de todo el mundo y recientemente ha acordado suministrar a la Marina estadounidense una tecnología similar denominada Massmelt.

En el futuro, TCG espera que Sterimelt pueda utilizarse para imprimir en 3D equipos médicos y crear así una solución circular de escasos residuos que podría evitar que cientos de toneladas de plástico acaben en los vertederos.


Conversión de plástico a plástico

Fruto de la colaboración entre la Universidad de Stanford y el Instituto Sueco de Tecnología de Blekinge, otra solución podría ayudar con el reto de los EPI. El proyecto se centra en encontrar formas de reciclar guantes de plástico de un solo uso. En la actualidad, los guantes de plástico representan alrededor del 44% de los residuos de EPI, por lo que encontrar una forma sostenible de reutilizar estos productos tendrá un gran impacto en la cantidad de EPI que acaban en el medio ambiente.

El proyecto se llama Reglove y pretende producir y reciclar guantes de alcohol polivinílico (PVA). Este polímero soluble en agua puede disolverse fácilmente, esterilizarse y volver a moldearse en una máquina que tritura y aclara el material antes de disolver el PVA y convertirlo en un nuevo par de guantes.

El objetivo final es instalar estas máquinas in situ, lo que permitirá a hospitales y laboratorios fabricar guantes estériles a partir de pares usados sin que el plástico salga nunca de las instalaciones. Los innovadores del proyecto esperan que esta tecnología permita a todas las instituciones que dependen en gran medida de los EPI reciclar plásticos de forma rápida y sencilla, eliminando prácticamente los residuos en el proceso.


EPI reutilizables

La reducción de la cantidad de EPI que van a parar a los vertederos incluye el uso de materiales alternativos más sostenibles y reutilizables. Aunque esto no es una opción en todos los entornos, hay una serie de situaciones en las que se pueden utilizar máscaras, viseras y guantes reutilizables en lugar de versiones de un solo uso, especialmente en los mercados de consumo.

En la actualidad, expertos sanitarios de todo el mundo reclaman EPI más resistentes que puedan desinfectarse y reutilizarse adecuadamente, así como un cambio de actitud que conserve los equipos de un solo uso para quienes más los necesitan, a saber, hospitales, otros centros sanitarios y aquellos servicios considerados de primera línea.

El informe sobre innovación en residuos plásticos de la UCL calcula que si todos los ciudadanos utilizaran mascarillas reutilizables en lugar de las de un solo uso, los residuos podrían reducirse en un increíble 95%. Si se encontraran nuevas alternativas reutilizables para otros tipos de EPI, el impacto sobre los residuos sería aún mayor y se reduciría drásticamente la cantidad de plástico que va a parar a los vertederos o se incinera.


Aumento del reciclado

Numerosas organizaciones ya están presionando para que se incremente el reciclaje público de EPI, además de ofrecer programas viables de desvío de residuos para garantizar que éstos se traten correctamente. Una de estas empresas, TerraCycle, ofrece una gama de cajas de cero residuos que pueden colocarse en espacios públicos, diseñadas específicamente para recoger los EPI usados. Una vez llenos, los EPI se clasifican, se limpian y se funden en gránulos de plástico. Estos gránulos pueden utilizarse después para crear otros productos de plástico.

La mejor forma de garantizar que las mascarillas, los guantes y las batas no se desechen de forma inadecuada es proporcionar instalaciones públicas de reciclaje de EPI a gran escala. Para que este tipo de programas surta efecto, habrá que invertir en ellos.


Si desea más información sobre la gestión responsable de residuos en su empresa y sobre cómo reciclar correctamente los EPI, hable hoy mismo con uno de nuestros asesores TRUE o suscríbase al blog de RTS.

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